viernes, 22 de marzo de 2013

Rastros de tinta

Era el hombre más feo y con la mirada más perversa que había visto en mi vida. Me miraba fijamente desde el cartel; las líneas de su rostro brillaban a medida que se secaba la tinta...
Los presidarios, los asesinos y los turbios habitantes de los bajos fondos de Londres son parte de la vida diaria de Mog, un aprendiz de doce años que trabaja en la imprenta de Cramplock. Él es quien imprime los carteles de SE BUSCA... y quien, sin proponérselo, se verá envuelto en una oscura trama poblada por criminales de carne y hueso, robos, secuestros y oscuros enigmas relacionados con un misterioso barco procedente de Calcuta.
Si queréis leerlo está en la biblioteca del colegio.

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